sábado, 31 de mayo de 2014

Pequeños fragmentos del #CertamenCuentos



Cuando nos encontramos a escasas horas de finalizar el "I Certamen de Cuentos de Ciencia"  me gustaría compartir algunos extractos de distintos relatos que por distintos motivos me han gustado. Además pueden servir de guía o referencia a modo de resumen del Certamen, aunque mañana se publicará el post de cierre de la presente edición. Seguro que vosotros también tenéis un  buen puñado de ellos.
Aquí los tenéis, que los disfrutéis...



"Antes se la podía ver desde la distancia, ahora era apenas posible distinguirla. Había palidecido, se había quedado blanca. Además había otro inconveniente: había muerto". Dos amigas  de  @Acc_Science

"La abuela nos explicó entonces que se puede pensar de muchas maneras diferentes; cuando hablamos, cuando hacemos, cuando escribimos, también cuando bailamos o cantamos". Restar llevando (Anna Patata)  de @Contesiciencia

"Me había convertido en mi propio trabajo de investigación y me reconfortaba que la esperanza tuviese una base científica. Resultaba estimulante que la posible mejoría pudiese fundamentarse en certezas".  Sobre la piel (cuento científico)  de  @lauramorron

"Así llegaron las grandes hambrunas. Laingeniería genética tenía las soluciones, pero ¿quién la iba a creer? Había quién afirmaba que era la culpable, que estaba envenenando a la población, Ardieron muchos laboratorios esos años. Aún así, algunas zonas fueron capaces de promover el conocimiento. Adaptaron sus cultivos a las nuevas condiciones, y prosperaron. Y la ciencia siguió prosperando con ellos". Gustav  de  @deibitbanon


"Sin embargo, la Mecánica Cuántica acababa de demostrar que los fenómenos  físicos que se dan en la naturaleza no pueden estar totalmente determinados. En física esta propiedad se conoce como el Principio de Incertidumbre de Heisenberg y mostró lo que Einstein al principio se negaba a admitir, pero que ha resultado coincidir con la realidad: el futuro del Universo no esta determinado porque las partículas no tienen unas características totalmente definidas, sino que tienen una cierta “libertad” que hace que puedan evolucionar de una manera u otra, con una relativa autonomía respecto a las leyes de la física clásica"¿Juega Dios a los dados?  de  @Doc_Doofenshmir


"CERV.- Muy cierto es, que si adarga y rocín tenía don Quijote, no son menos el conocimiento y la curiosidad para tal empresa. ¿Y no sería menester que alguien tomara la pluma para contar las andanzas de esta clase de caballería, y así fueran conocidas por todo el vulgo

EINS.- En efecto, la ciencia divulgada, como se ha dado en llamar, aún tiene camino por recorrer. Los cronistas que della escriben no son más que escuderos a los ojos de algunos caballeros filósofos".  Años matavillosos  de  @DivuLCC


"Sin duda la vida continuará. Para nuestro Universo, nuestra especie es solo un segundo en medio de la eternidad. Pero es nuestro segundo, y para nosotros ha pasado demasiado rápido. El avance tecnológico, el apasionante viaje hacia el conocimiento, hacia  la comprensión misma del Universo, no servirán de nada si no van acompañados de la necesaria sostenibilidad del sistema de civilización con su planeta". La señal  de  @franchicomol


"Su hermano mayor había tenido una experiencia increíble, pero era él el que había vivido la vida aquí en la tierra. La perdida de sus padres, la experiencia de formar una familia. Su hermano mayor era prácticamente un adolescente a pesar de los 35 años de misión". Cuento: mi hermano mayor  de  @guardiolajavi

"Esperó, uno, dos, tres, cuatro, pasaron diez minutos y nada ocurrió -¿Por qué?- se preguntaba ella -Porque te amo- respondió él. Los segundos transcurrieron y el proceso de fisión binaria comenzó, el fago no resultó ser lo suficiente virulento y el ambiente había inhibido la expresión de sus genes".  Secuelas de un amor prohibido  de  @_Protosaurio


".-Las fracciones se agrupan en bandas según sean sus decimales, la que andamos  buscando es una que tiene un 4 como primer número decimal. Por eso forma parte de la  banda de "las 4 décimas" - Aclaro PI  
.- Pues tendremos que hacer las divisiones para saber a cual nos llevamos a comisaría ¿no? - Dijo el nº e".   Un robo descubierto  de  Eva M. Perdiguero.


  Una Luna para Mario  de  @Cuantosycuerdas  (poner vosotros la frase que más os haya gustado)



"Mueren y nacen preguntas
tras los secretos del universo
que le estimula y envuelve".

 En el museo (poesía científica) de  @lauramorron



Tigres imitando los surcos de la arena,
archipiélagos copiando las escamas,
jirafas cartógrafas con mapas de las Cícladas,
Polinesia emergiendo en el lomo del guepardo.

Ecuación de las rayas de la cebra  de  @EstabloPegaso


"Las matemáticas y sobre todo las divisiones son el principal dolor de cabeza de Angelina. En realidad, ¡no le gusta dividir! Y por si eso fuera poco, la maestra dijo en la clase de Ciencias Naturales que tendría que aprenderse ¡la división celular!
Esto no le gusta nada, pero nada, nada…
   -¡Hay que ver!, resulta que ahora no solo los números se dividen sino también las células, murmuraba para sí misma".
  Para crecer y multiplicarse... ¡Hay que dividir!  de  @fabibiotec


"Hijo, en este cuento salen dos amigos. Ninguno de los dos son genios. Son como tú y como yo, personas corrientes. Además, tienen otra cosa en común ¡les gusta aprender cosas! En esto si que se diferencian de otras personas".  ¡Que viene el lobo!  de  @2qblog



...¿no te das cuenta de que tenemos la oportunidad de rescatar del olvido el pasado? Yo tampoco quiero pasar el resto de mi vida vendiendo baratijas a los turistas, pero creo que si recuperamos y estudiamos estas “piedras” como tú las llamas, será como traer de nuevo a la vida los animales que vivieron hace muchísimo tiempo"
La buscadora  de  @jlmgarvayo


"-       Papá, ¿mutación es una mala palabra? 
 -       ¿Por qué me preguntas eso? Dijo su papá secándose las manos en el sweater (¡en el sweater! Si lo viera mi mamá pensó Sofía…)
-       Porque no sé su significado y creo que es una mala palabra. Suena muy raro…"   Buenas y malas palabras  de  @fabibiotec



"La vista engaña: lo que
parece más primitivo
puede ser el invento más
sofisticado". 
Ciencia y más ciencia  de  @Ununcuadio

"¿En qué diablos estoy pensando? Debería centrarme en vencer al enemigo que, a pesar de haber acudido en solitario a invadirnos, es capaz de desmoronarnos a todos si cometemos un mero fallo. La vida del humano en el que me asiento está en mis manos en este preciso instante, y ¿qué hago al respecto?, inventarme patrañas para apaciguar mi mente, al tiempo que el parásito prosigue su acercamiento sin intención de detenerse. A menos que abandone este miedo que me corroe, temo que moriré antes de lo que había previsto".  La moral del Superlinfocito TH  de  @Nomiad92


"Desde este lugar remoto y pequeño que es la forma de mi ser llamado tierra, me puedo observar con multitud de aparatos tecnológicos y de multitud de maneras posibles y que gracias a las personas que a pesar de estar formados de mí, son capaces de descubrir y enseñarme lo complejo y lo  inconmensurable que soy, las múltiples formas que tengo al mismo tiempo y se dice hasta que tengo mas dimensiones y también posibles hermanos a los que nunca podre llegar a ver".   Conociendome a mi mismo (Cuento cuático)  de  @carvaser


"Tras poco más de 8 minutos de viaje, que como ya he dicho, se me hicieron eternos, empecé a ver una especie de bola azul a la que me acercaba peligrosamente. Intenté desviarme para no chocarme con ella, pero iba tan deprisa que no pude evitarlo y me precipité sobre ella".  El viaje  de  @Acc_Science


La confesión  de  @Cuantosycuerdas  (poner  vosotros  la frase que más os haya gustado)



"No pudo olvidar
que al principio del todo
fue pura energía".

Átomo radiactivo  de  @Ununcuadio



Desde el espacio,
el eco de una explosión
cuenta qué somos.



“Por un puñado de votos” podría ser el nombre de una película. Pero en realidad fue la motivación que llevó a los políticos que en aquel momento dictaban los designios de su país a promulgar el “Acta de protección de las creencias”.  El acta  de  @tsartas_


"Solo faltaba una confirmación, de tantos millones y millones que ya se habían hecho hasta aquel instante final. Iban a descubrir a 5 sigmas la identidad de nuestro universo.
El movimiento, la estructura ,la composición de todo lo que había en nosotros,  todas las características que nos definía y definía a todo,. La llave maestra que permitía conocer la composición exacta de nuestro universo".   Para acabar descubriendo!!
  de  @carvaser


"La maestra, doña Flora que de música quería ser profesora, les habló de las ranas sin muchas ganas".
Los Anfibios  de  Fulgencio(2), Vicente y Pedro


"No paro de sorprenderme con el agradecimiento que muestran hacia mi los heridos que atiendo, cuando yo no hago gran cosa. Me dan las gracias repetidas veces y muchos de ellos me cuentan historias de su familia o chistes divertidos, como si se sintieran obligados a recompensarme de alguna forma por mi trabajo. No se dan cuenta de que soy yo, quien debería agradecérselo porque hacen que me sienta vivo y por momentos feliz, a pesar del sufrimiento que me rodea"El Mal de la Rosa  de  @vendoXdelgada


"¡Genial!  A veces nos creemos más de lo que somos cuando realmente somos insignificantes en cuanto a tamaño. Los átomos son fascinantes y extraños a la vez. Y pensar que todo lo que vemos, hasta nosotros, estamos formados por ellos... Por cierto, me ha sonado muy raro lo último que he escuchado acerca del principio de incertidumbre y todo eso. ¿Cómo que el electrón intenta escapar de nosotros?"  Si los átomos fueran pelotas de ping-pong  de  @SKCiencia


"La Historia no se caracteriza por sus aciertos, sino por sus fallos; tal es así que, si se me permite, voy a proceder a narrarles brevemente uno de sus fallos, de los miles o millones que tiene"El pez grande siempre se come al chico  de  @TeteClares6


"Concluyo mi trabajo diciendo que Tanta es nuestra confianza en estos números, internacionalmente aceptados, que ni siquiera somos conscientes del grado hasta el cual dependemos de ellos y menos aún de quién fue aquel que los inventó".  Los números  de  Adriana Alises García-Madrid


"Espero que nuestros compañeros terrícolas recientemente descubiertos no sigan el mismo camino.Espero que ellos no destruyan su propio planeta y lo conviertan en un infierno.Eso espero".  Crónicas Venusianas  de Pablo Ferreira



Y recordad siempre: Magia..., No, Ciencia!!

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Los Anfibios de Fulgencio(s) Vicente y Pedro para #CertamenCuentos.



El cuento que a continuación podéis leer no ha sido transcrito al blog, he preferido enlazar directamente al documento original por razones que enseguida vais a poder ver. Se hubieran perdido tanto el estilo como los dibujos, cercenando de esa manera el encanto y la magia del relato.

Los autores del cuento son:

Fulgencio Aparicio Carrión.
Fulgencio Aparicio Hernandez.
Vicente Aparicio Hernandez.
Pedro Aparicio Hernandez.

Desde aquí darles las gracias por su participación y la enhorabuena por tan espléndido relato.

Os dejo con él, que lo disfrutéis.
Nota: es posible que desde un movil o tableta no pueda ser visualizado. Os recomiendo hacerlo desde un ordenador, merece la pena.




sábado, 24 de mayo de 2014

#CertamenScikus: la trastienda

Parecía que iba a ser un día como cualquier otro, un sábado más, pero nada más lejos de la realidad. A estas alturas imagino que ya todos conocéis lo sucedido, pero a mi siempre me ha gustado pensar cómo se fraguan las historias, la trastienda de los sucesos. Así que aquí lo tenéis, el relato de cómo sucedió todo. Decíamos que el día comenzó de la manera más sencilla posible, encendiendo el móvil al despertarme por la mañana, y poco más. Pero ahí estaba, la campanita de Twitter me avisaba que tenía una notificación. La abrí de manera rutinaria y pude ver que era una nueva contribución al #CertamenCuentos de @Ununcuadio. Ilusión, un nuevo relato pensé, una buena manera de acompañar el desayuno. Pero había una palabra desconocida, inquietante. "Scikus" decía el Twitt, ¿Qué sería eso? pensé. Abrí el enlace y leí la participación de @Ununcuadio en el Certamen. Aprendí qué significaba esa palabra. Me encantó. Como ununcuadio lo explica muy bien aquí podéis leerlo. El día había empezado bien, no todos los días aprendes algo tan interesante recién levantado. Pero eso no iba a ser todo... me esperaban muchas sorpresas. A las pocas horas el Twitt y el Scikus habían gustado bastante y se habían extendido por toda la red, y no sólo aquí en la Tierra, ¡¡llegaban retwitts de todos los rincones del Universo!! Pensé, hay que hacer algo, el Sciku es lo que necesitamos, ha calado y como he dicho antes, no sólo entre nosotros sino a nivel cósmico.
E inmediatamente os animé a todos a escribir Scikus, definitivamente era una buena idea. Y entonces sucedió todo...nada pareciá augurar la tremenda repercusión que mi sugerencia iba a tener pero la cosa empezó a dispararse. Aunque... hagamos una pequeña disgresión. Ahora que ya todo ha sucedido y podemos observar los hechos con la ventaja que nos otorga el tiempo y la distancia, para seros sinceros he de deciros que ya esta mañana se produjo un suceso que no le dí la importancia que tenía. No supe "leer" lo que el ambiente susurraba. ¿A qué hecho me refiero? Pues veréis, ocurrió algo raro, de repente @lauramorron dudó por un momento si ella misma era humana o bien un robot... sí, sí, como lo leéis. Supongo que tantas charlas sobre inteligencia artificial pasan factura. 


Por cierto, no os perdais la contestación de @2qblog reconozco que me costo verla...



Y volvamos ahora al asunto que os contaba, después de mi sugerencia para que escribiérais Scikus aconteció todo. @Acc_Science sugirió que hiciéramos un certamen de Scikus bautizándolo como #CertamenScikus dentro de la recta final del #CertamenCuentos y de inmediato @Ununcuadio secundó la idea. @DivuLCC también se sumó diciendo que sería un buen broche. El asunto estaba en marcha y ya no había forma de pararlo. ¿Y que pasó entonces? Pues ahora viene la parte que no sabéis, la trastienda. El Gobierno en pleno de la nación se reunió de inmediato en sesión extraordinaria y acordaron que ante semejante cuestión lo mejor era decretar el dia de hoy como jornada de reflexión y así lo hicieron. Y redactaron el siguiente informe: 

"Ante la grandeza de lo sucedido decretamos que desde hoy 24 de Mayo y hasta el próximo 31 de Mayo se procederá a organizar el #CertamenScikus a través de Twitter usando el hashtag antes mencionado como brillante colofón al #CertamenCuentos".

 Así pasó, de inmediato me lo comunicaron y yo procedí a hacer lo mismo con vosotros, e inmediatamente rios literales de personas tomaron las calles, se montaron en sus vehículos y se dirigieron todos a Lisboa. Seguro que más de uno de vosotros si hoy ha circulado por la carretera N-V ha sido testigo del suceso. Y ahora mismo, mientras escribo estas lineas, 22:22 hora oficial peninsular en España, miles de personas se han congregado en un recinto de la mencionada ciudad portuguesa para dar rienda suelta a su imaginación y escribir miles si no millones de Scikus... La emoción me embarga, me es dificil continuar. Ahora mismo mi vecino ha proferido gritos de júbilo, imagino su emoción cuando por fín le ha venido a la cabeza el Sciku que llevaba persiguiendo todo el día. Me asomo a la calle y veo ciudadanos enarbolando banderas pero no consigo leer los Scikus que llevarán escritos en ellas. 
No puedo seguir... sólo deciros que mi fe en la humanidad ha regresado, creo que aún queda esperanza... y todo gracias a vosotros... Gritad conmigo: ¡¡SCIKUS!!


P.D. Deciros que @DivuLCC nos ha regalado 2 Scikus maravillosos además de explicarnos de una manera sencilla el origen del término. Muchas gracias.


Y recordad siempre: Magia..., No, Ciencia!!

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miércoles, 21 de mayo de 2014

La confesión.


- Adelante, pase - la recepcionista le mostró el camino con un gesto de la mano al mismo tiempo que abría la puerta de la consulta -
- Gracias.
- Pase, siéntese por favor - le indicó el doctor -
- Buenas tardes doctor.
- Buenas tardes, cuénteme por favor.
- Pueees verá... - titubeó el paciente - el asunto no es fácil  y me cuesta trabajo relatarlo.
- Tranquilo, tómese su tiempo e inténtelo.
- Pues verá doctor - la voz surgía ahora con mucha mayor seguridad - lo que voy a contarle no es nada fácil para mí, ya que cuando he intentado hablar con alguien de este asunto siempre he sido tildado de loco cuanto menos. Pero estoy aquí, he dado el paso y quiero zanjar el asunto y ... - empezó a sollozar - ...realmente ya no sé qué creer... igual estoy loco realmente - rompió a llorar -
- Escúcheme, el paso que ha dado es muy importante, decisivo, olvídese de todo ahora y hable, hable y no pare...

Y de la boca del paciente surgió el siguiente relato:

"Siempre me he sentido infravalorado, más bien ignorado , sí, esa es la palabra correcta. No es que yo tenga aires de grandeza, no soy ningún megalómano, simplemente quiero que se me reconozca tal y como soy, que se me valore. Durante muchos años se me negó hasta mi propia identidad, en realidad se me ignoraba, simplemente no existía. Yo me sentía vivo, individual. Consciente de formar parte de un grupo mayor, eso sí, pero diferenciado. Sabía que aunque estuviera inmerso en una estructura mayor, yo era una partícula independiente. Pero claro... ellos, los átomos, con tantos años de historia a sus espaldas. Eso pesa mucho. 2500 años son muchos y Demócrito les dió mucha fama. Y consiguieron hacer honor a su nombre y ser indivisibles hasta finales del siglo XIX, pero su suerte terminó. Aún me acuerdo..., dentro de aquel tubo de vacío, sintiéndome observado. Viendo a J.J. Thomson a través del cristal, y como le gritábamos "estamos aquí, aquí... ¿es que no nos ves?". Pero finalmente nos vió, no fue fácil, el hombre sudó, trabajó con ahínco, pero terminó descubriéndonos. Bueno nosotros siempre hemos sabido de nuestra existencia, era la humanidad la que nos desconocía. Fue un gran momento, empezaron los mejores años de mi vida. El bueno de J.J. nos mimaba, midió nuestra carga, nuestra masa y lo hizo lo mejor que pudo. Más tarde recibimos un nombre oficial, electrones fuimos llamados. Posteriormente Robert Millikan y Harvey Fletcher medirían nuestra carga con más exactitud, mediante el archiconocido experimento de la gota de aceite. Pero por aquel tiempo, ya habíamos entrado en el siglo XX, comenzaron de nuevo nuestras dificultades, o por lo menos las mías, como le he dicho doctor no me gusta hablar de este asunto porque es un tema... digamos... "delicado". Después de los momentos de gloria posteriores a nuestro reconocimiento sucedió algo. Ahora que estaba claro que existíamos y que éramos un elemento que formábamos parte del átomo se formularon varias hipotesis sobre nuestra ubicación en el mismo. Estaban los que decían que nos encontrábamos diseminados por el átomo cual pasas en un pastel, otros como Rutherford nos concendieron más protagonismo y decían que orbitábamos el núcleo del átomo al estilo de los planetas. Pero otros decían que esto no era posible, ya que de ser así nos precipitariamos hacía el núcleo con gran rapidez ya que iríamos perdiendo energia. Luego llegó Bohr y solucionó este problema, su idea fue decir que no podíamos "orbitar" donde nos viniese en gana sino que teníamos que hacerlo por medio de "caminos autorizados", una especie de carreteras de las que no podíamos escapar fácilmente, creo recordar que habló de orbitas estables... o algo así. Como ve doctor cada vez que descubrían algo y daban una nueva explicación el asunto se complicaba más y más. Yo estaba muy confuso, pero llegó la gran debacle, le aseguro que eso fue un gran mazazo, un giro que ninguno de nosotros esperábamos. A decir verdad creo que ellos, los científicos, tampoco. Un día, un tal Schrödinger, igual le conoce usted, era un tipo que tenía un gato que encerró en una caja para demostrar no sé qué... La verdad es que el asunto es un poco raro... Bueno, da igual, como le decía un día Schrödinger osó decir que nuestra posición en el átomo no estaba clara. Al principio no le hicimos mucho caso, pero luego empezamos a escuchar ciertas cosas que nos atemorizaron. Decía que podíamos estar en un sitio o bien en otro, pero que no estaba claro del todo. Que lo más que se podía decir de nosotros era la probabilidad de encontrarnos en cierto lugar, ¿Ha escuchado doctor? ¿la probabilidad? Menudo insulto. Y luego siguió, trató de explicarlo pero lo único que hacía era cabrearnos más. Habló de que lejos de saber dónde estábamos lo más que podíamos aspirar era a encontrar "sitios" donde fuera más fácil que estuviéramos que en otros. Y para rematar nos describió por medio de una función de onda, se lo puede creer doctor, reducirle a uno a una función de onda. Bueno, reducirle o ampliarle porque a partir de ese momento empecé a verme más como una especie de nube difusa que como una partícula bien definida. Salir del anonimato para que luego te digan que estas por aquí, más o menos, pero que con seguridad no. Probabilidad... ¡¡que no se atrevan a jugar a los dados con nosotros...!!
Pero ese día me asestaron mi golpe definitivo, no he vuelto a ser el mismo, desde entonces he abandonado la razón para adentrarme en los caminos más oscuros. Soy capaz de hacer cosas que usted no podría ni imaginar, ya no sé si son verdad o no pero yo las vivo intensamente, para mi son verdad, mi "verdad" al menos. Soy capaz de pasar por dos puertas al mismo tiempo, se imagina doctor, sí, a la vez, y luego volver a juntarme y chocar conmigo mismo. En esos momentos me siento difuminado, como si perdiera mi yo, traspaso las paredes de mi cuerpo, vago de aquí para allá y me transformo en una onda. ¿Le gustaría verlo? ¿Me creería así? Pues sepa que no puede, si le hiciera una demostración aquí mismo, en su consulta, usted no vería nada raro. Lo que le he explicado no pasaría, yo cruzaría una puerta y solo una. No sería capaz de mostrarle lo que le he contado. Su sola presencia observándome me haría comportarme de forma distinta, nada sería igual, colapsaría... 
Esta es mi tragedia doctor, mi gran verdad, ¡si es que es verdad! , usted no me cree, nadie me cree, ya da igual..."

El paciente cayó derrumbado sobre la silla, extenuado ante su propio relato, pero al mismo tiempo relajado por su confesión. Pasara lo que pasara en el fondo se sentía liberado por haber soltado aquello que lo atenazaba hacía mucho tiempo ya.

- Escuche Sr. Electrón - El paciente al oir su nombre dio un respingo y recuperó la postura en la silla - Lo que le ocurre a usted es que ha vivido demasiado tiempo observando el mundo macroscópico, y en él las cosas son distintas. No son mejores ni peores, simplemente son distintas. No podemos extrapolar lo que ocurre en el nivel macroscópico al subatómico así, directamente. A los seres humanos les ha costado mucho tiempo darse cuenta de ello, de hecho yo diría que aún no lo han asimilado. Y usted por lo que veo ha pasado demasiado tiempo entre ellos. Pero usted pertenece a un mundo regido por la mecánica cuántica, sí, así se llama y allí las cosas como le he dicho suceden de otro modo. Todo lo que me ha contado es normal, de hecho tendríamos que preocuparnos si no sucedieran así las cosas. ¡Eso sí que sería un desastre!

El electrón se sosprendió un poco, no esperaba esta respuesta del doctor. Después de tanto tiempo la verdad es que no estaba preparado para oir que todo era normal, que todo estaba bien. Así que extrañado pregunto: "Entonces no estoy loco doctor".

- ¡De ninguna manera! - exclamó con énfasis el doctor - esta usted en su sano juicio. Eso sí, ha vivido durante mucho tiempo con una gran carga emocional contenida, le recomiendo una temporada de relax para asimilar su nueva situación. Salga, relájese y si quiere saber más le recomiendo que se de una vuelta por internet donde encontrará un gran número de blogs donde podrá conocer mucho más acerca de la mecánica cuántica para que descubra usted el lugar donde vive.
- Así lo haré doctor... y muchas gracias por todo.
- De nada, y ya le digo, relájese, tómelo con calma y sobre todo ¡disfrútelo!

El paciente abandonó la sala y ahora fue el médico el que se quedó pensativo, cabizbajo. Empezó a recordar su propia historia. Él también había pasado momentos malos, durante mucho tiempo se había dudado de su propia existencia. 40 años son muchos años de espera y el doctor los había vivido con mucha tensión. Por eso comprendía al electrón. Por hoy ya valía, así que salió de la consulta y le dijo a su ayudante que anulara las visitas de por la tarde, que iba a salir a comer algo y ya no volvería. La recepcionista extrañada se limitó a decir: "De acuerdo, así lo haré. Que tenga buena tarde". Y el Bosón de Higgs abandonó la consulta.


FIN


Este cuento es mi segunda aportación al  "I Certamen de Cuentos de Ciencia" , el cual ha sido un placer poder organizar desde este blog y que me ha permitido leer unos relatos de muchísima calidad. Gracias a todos.


Y recordad siempre: Magia..., No, Ciencia!!

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domingo, 4 de mayo de 2014

“LOS NÚMEROS” de Adriana Alises García-Madrid para #CertamenCuentos


Esta entrada es fruto de la cesión gustosa del blog para todos aquellos que habéis  querido participar en el "I Certamen de Cuentos de Ciencia" pero no disponéis de blog propio. El relato que a continuación podéis leer es de Adriana Alises García-Madrid. Desde aquí darle las gracias por su aportación. Os dejo con el relato. Espero que os guste.



No podía creérmelo, nuevamente me había olvidado de esa tarea, esta vez el profesor me cascaría un cero que daría la vuelta a mis notas, y todo por no haber querido buscar información sobre el surgimiento de los números que hoy en día escribimos en los cuadernos de matemáticas y que usamos para hacer todo tipo de cuentas, desde una simple suma a una complicada ecuación de quinto grado. Me encontraba en un puente tambaleante que tarde o temprano volcaría y yo caería al vacío, que expresado de otra manera, sería la recuperación de septiembre.

Llegado ya el profesor a clase, mi corazón aceleró su pulso, y ya no quiero decir cuando por su boca expresó mi nombre preguntando por el trabajito que, vaga de mí, no había hecho. Cerré los ojos y preparé mi boca para pronunciar un “no lo he hecho, profesor”, cuando de repente un cosquilleo viajó por mi cuerpo y como por arte de magia, cuando abrí los ojos, ya no me encontraba en mi aula sino en un sitio totalmente distinto.

Un calor abrasador flotaba en el ambiente, y un nerviosismo, que crecía cada segundo que pasaba allí, se había apoderado tanto de mis manos como de mis dientes (que rechinaban escandalosamente). Intenté centrarme mientras que una sola pregunta retumbaba en mi cabeza: dónde y en qué época me encontraba –porque, claramente, ese no era el siglo XXI ni por asomo-.

A lo lejos se dejaban escuchar unas voces hablar en un idioma extranjero que, si no me equivoco, era árabe. Claramente, yo no tenía ni idea de lo que pudiesen estar diciendo, ya que nunca en mi vida había dado nada de árabe.

Perseguí aquellas voces hasta sus emisores, que no se hallaban más allá de cuatro o cinco puertas de la que yo me encontraba. Cuando quise darme cuenta tenía miradas puestas en mí procedentes de todas partes de la habitación en la que me situaba. Aquella habitación se asemejaba a un aula donde se impartían clases, duda que se esfumó al ver que la mayoría de personas que estaban en aquel sitio eran niños de distintas edades, frente a lo que, doy por seguro, que era un maestro; que a su vez estaba detenido delante de algo parecido a una pizarra de las del siglo XX. ¨

No sé cómo ni de qué manera había terminado vestida como un árabe (masculino) de, aproximadamente, el siglo XIII. Debe ser que di el pego, y me ofrecieron un sitio entre otros dos chicos, y apto seguido me dieron un libro bastante enigmático escrito, como no, en árabe. Nada más palpar sus hojas, una niebla inundó mi visión, que tras unos segundos desapareció dejando en mí la capacidad de entender y hablar aquella lengua, que nunca antes había estudiado.

No podía creerlo, era lo que estaba  buscando; lo que tenía entre manos no era exactamente un libro de matemáticas, sino una copia de páginas de unas crónicas de la época en la que anunciaban la llegada de los números arábigos a la Europa de entonces; y de curiosidades anteriores como eran: la procedencia de dichos números, quién los había inventado (nombre extraño que no consigo recordar), y de la invención del cero –‘sifr’ صفر en árabe- .

No sé el tiempo que transcurriese tras aquel fenómeno, pero fue el suficiente para haberme leído lo esencial de aquellas páginas.

Cerré el libro y cuando fui a preguntarme cómo narices iba yo a salir de allí, un ruido ensordecedor surgió, y cerré los ojos como si de esa manera consiguiese no escucharlo, y cuando los abrí no fue a causa del cese del ruido sino de la pregunta, en castellano, que me acababa  de hacer mi profesor de matemáticas. Yo seguía teniendo la boca preparada para decir “no lo he hecho, profesor” cuando me di cuenta de que, ante mí, se encontraba mi cuaderno abierto por una página, escrita, con el título de: “Los cimientos de las ciencias (matemáticas): Los números”:

  • La base de lo que nosotros conocemos como matemáticas no es otra que los números – como lo son las letras de la lengua-; y esta base se construyó a partir de una eminencia  hindú, del cual no sabemos su nombre pero sí la época en la que este célebre y único hombre vivió (siglo IX d.C.), y digo único ya que fue él, quien inventó los números que actualmente usamos, a los que hemos dado nombre de números arábigos, no porque fuese esa su procedencia, sino porque fueron los árabes quienes introdujeron en la cultura europea dichos números en la edad media – ya que los europeos hasta entonces habían usado los números romanos, más difíciles de utilizar y de calcular con ellos-. Fue, también, este anónimo e intelectualmente atractivo personaje para mis jóvenes ojos,  quien descubrió o dio lugar a este pleno de contenido pero vacío de sustancia número 0 (cero), puesto que, según explica mi trabajo, es el cero el número destinado al vacío (los hindúes denominaron a este símbolo “sunya”).

         Concluyo mi trabajo diciendo que Tanta es nuestra confianza en estos números, internacionalmente aceptados, que ni siquiera somos conscientes del grado hasta el cual dependemos de ellos y menos aún de quién fue aquel que los inventó.

Tras terminar de exponer mi trabajo, el profesor, con una expresión atónita dibujada en la cara, me felicitó por la magnífica investigación que había hecho mientras que los aplausos generales de mis compañeros inundaban el aula. ¡Esa evaluación tendría un sobresaliente en matemáticas!

FIN
Adriana Alises García-Madrid.

El pez grande siempre se come al chico de @TeteClares6 (17 años) para #CertamenCuentos


Esta entrada es fruto de la cesión gustosa del blog para todos aquellos que habéis  querido participar en el "I Certamen de Cuentos de Ciencia" pero no disponéis de blog propio. El relato que a continuación podéis leer es de @TeteClares6. Desde aquí darle las gracias por su aportación. Os dejo con el relato. Espero que os guste.


    La Historia no se caracteriza por sus aciertos, sino por sus fallos; tal es así que, si se me permite, voy a proceder a narrarles brevemente uno de sus fallos, de los miles o millones que tiene.

     Año 1209, en el sur de Francia. Sale el sol como un día cualquiera y, con su brillante y calurosa luz, despierta a Clement, un cátaro de las afueras de Toulousse. ¿Qué es un cátaro?, preguntáis. Bien, un cátaro es un cristiano ascético, es decir, rechaza los placeres materiales siguiendo las ideas platónicas. Y, no, Platón no es el plato donde tomas la sopa, Platón fue un filósofo (entre otros tantos oficios) que tuvo una (quien dice una, dice veinte; pero esta es la que nos importa ahora) idea interesante: el Mito de la Caverna. Este mito afirma que los hombres vivimos en una caverna, donde tan solo vemos su interior. La verdadera esencia del mundo, la visión completa de la humanidad no se encuentra en dicha caverna, sino en su exterior: el mundo de las Ideas. No es un mundo tangible en sí, es más bien un lugar al que se desea ir, mas no se pueden alcanzar sus verdes campos sin liberarse del capullo que es nuestro cuerpo material.

     Aclaradas las ideas de Clement, sigamos con su relato. Como un día cualquiera, se dirige a la rivera del Garona a pescar algo que comer. Ya es mala suerte, pero mientras pescaba, pasó tras de él un carro tirado por caballos blancos, relucientes. Clement supuso que era algún católico dirigiéndose hacia su mundo de excesos, colesterol, alcohol; olvidando, por supuesto, su fe. He de aclarar, de paso, que los cátaros también rechazaban a la Iglesia católica. Ya, no les gustaba tampoco eso de tener amigos. Pero bueno, el caso es que acusaban a la Iglesia católica de satánica, ya que cree en la encarnación material de Jesucristo, y para los cátaros el mundo material ha sido creado por Satanás para tentar a las personas a vivir en él como si no hubiese un mañana. Es por ello que despreciaban tanto el bautismo (se realiza con agua, que es en sí misma materia y, además, es obra de Juan Bautista, una persona creyente en el mundo físico, por lo que también lo rechazaban), la carne, los huevos, la leche... pero sí comían pescado, ya que se creía que era un fruto espontáneo del mar.

     Total, que Clement termina de pescar, coge sus aperos y vuelve con paso lento y sosegado hacia una cueva donde solía vivir. De camino, se puso a pensar mientras miraba al cielo azul y tranquilizador. En tal empanamiento, Clement se separa de su ruta a seguir y se mete en la ciudad en sí de Toulousse. Para mayor coincidencia, acabó parándose delante de una iglesia católica. Se quedó observándola de arriba a abajo. Es entonces cuando el coche de caballos que antes pasó tras él aparca delante de la Iglesia, unos pasos también por delante de Clement. Un hombre gordo vestido de negro acompañado de dos jóvenes muchachas entra en la Iglesia, aparentemente era el sacerdote de la misma. El sacerdote se dio la vuelta para decir al cochero que se marchara, tras lo cual ve a Clement, que lo miraba con claro desprecio en la cara. Con ese gesto indescriptible, Clement provoca sin saberlo a Vincent, que se dirige a él:

     -Si no me falla la memoria, tú eres Clement, aquel obispo que abandonó las sagradas artes del cristianismo para seguir la herejía de unos cuantos mamarrachos que tan solo buscan persuadir a las buenas gentes católicas para que caigan en manos de Satanás. ¿Con qué derecho vienes aquí, hereje?

     -Vincent, no estoy aquí ni por ti ni por tus acciones propias de un necio, tan solo me he separado de mi camino. Me marcho, espero que pronto te des cuenta de lo que estás haciendo con tu alma.

Pasaron los días y las semanas, y Clement seguía con sus rutinas de pesca y paseos. Un día, mientras iba de camino al río a pescar, escuchó el paso veloz y sin pausa de unos cuatro caballos. En uno de ellos, el más fuerte y robusto, iba el más gordo de ellos (sería para compensar, digo yo), era Vincent. A su izquierda, derecha y retaguardia, había dos soldados armados, cuyas espadas estaban desenvainadas. En ese momento, Clement pregunta para sí mismo si la Iglesia católica habrá empezado ya a hacer lo de siempre, barrer y echarlo todo debajo de la alfombra. Así era. Vincent le preguntó en tono solemne, debido a la presencia de soldados.

     -Clement de Merceau, ¿es cierto que sigues las doctrinas de los albigenses y, por tanto, eres contrario a las enseñanzas de la Biblia de nuestro Señor?

     -Sí a lo primero, no a lo segundo, señor. Sí, soy albigense (es lo mismo que cátaro, debido a la creencia de que el movimiento cátaro se inició en la localidad de Albi, en Francia), pero no por ello soy contrario a la Biblia de nuestro Señor, es más, diría que son ustedes los que son contrarios a ella. No son gentes humildes, sino que cuidan su cuerpo y caen en las tentaciones de este mundo sin fundamento, un mundo lleno de mentiras, engaños y falsos creyentes en Dios. Es por ello que yo creo en él y en sus palabras, por lo que afirmo solemnemente que aquí los únicos herejes a Dios son ustedes.

     -¡Suficiente! Señores, debido a que no hay arrepentimiento por su parte, procedan a hacer su trabajo.

     Clement consiguió su objetivo, ir al mundo de las Ideas, o como los cátaros lo llamaban, el reino de Dios, escapando así del mundo de Satanás, lleno de cáscaras vacías y vanas, donde todos dicen ser quien creen que son, pero nadie resulta ser quien cree ser. El caso de Clement se hizo extensivo a toda Occitania, el sur de Francia, donde los peces más gordos se comieron a los huesudos.


@TeteClares6